domingo, octubre 29, 2006

Poemas de Elder Silva

Nacido en Uruguay en 1955, fue uno de los poetas de "la resistencia" en las décadas del ´70 y ´80. Los poemas que abajo se presentan fueron seleccionados por Alfredo Giménez.

Poemas

La última atajada

Los tiempos se ponen duros
y uno no tiene donde caerse un miércoles de noche.
Te sentás frente al televisor
y entonces te dicen que ha muerto Lev Yashin.
La última atajada de la araña negra.
Con un cáncer comiéndole el estómago
y una pierna amputada hace dos años, se murió
el héroe deportivo de la Unión Soviética.
El hombre al que sólo le hicieron seis goles
en veintisiete partidos cuando el Dínamo de Moscú.
El electricista que se enroló en los tres palos de
un equipo de hockey.
Veo las atajadas siempre en blanco y negro.
paró cien penales dice el periodista.
Como si dijera:
"El muchacho se comió dos docenas de peras".
Era el mejor golero del mundo.
Pero Darnauchans lloraba arriba de un taxi.
Y el chofer no entendía las lágrimas de un cantor flaco
a las nueve de la mañana.
Y no supo que apenas escuchada la noticia me fui
a vomitar al baño, como si con el alcohol que se iba
por la pileta, pudieran irse los doce años,
cuando uno también cuidaba el área chica.
Y ella y yo teníamos tanto miedo
como Yashin ante el tiro penal.




Zoom

(para Malí)

Estás en la cocina abriendo una lata de arvejas:
de espaldas, los jeans ajustados son fácil tentación
para mis ojos de animal aturdido.
Entro y siento ganas de besarte en el cuello descubierto,
levantar tu blusa y tomarte por los pechos
casi dulcemente.
Pero el abrelatas avanzando por el círculo filoso
detiene mis impulsos venales. Es decir, tus dedos rojos
apretando el abrelatas en el borde del tarro,
cambian calles pasos veredas omnibuses
por ese pequeño y maquinal movimiento
que vos ejecutás con cierta devoción y encanto.
Al fin cierras el círculo
y como fulminada,
la tapa cae sobre los azulejos de la mesa.

Meto la mano en el tarro y te doy una arvejita
en la boca.
Y te toco los dientes con la lengua
en un poema con final feliz.




Muchacha en un ómnibus

Te acomodás el pelo y mirás,
mirás por la
ventanilla como distraída.
O como si buscaras un número entre los
números de las placas que pasan fugazmente.
Y te sonreís apenas con un hálito de agua,
cuando los semáforos cambian del rojo
al verde, y el ómnibus prosigue.

O cuando el amarillo parece perpetuarse,
pero no.
Y yo, como un delincuente, espío en tu nuca
moviéndose
y moviéndose en el otro asiento,
cuando inclinás la cabeza sobre la libreta de notas
(donde seguro no hay una sola línea escrita).

Y sé bien que todo lo hacés porque
sabés que estoy mirándote
y que estoy aguardando el mínimo descuido tuyo,
o el descuido de tu cuerpo o tus palabras.




VUELTA AL MUNDO

Canta un sabiá en Tala,
en la profundidad del espinillar
y le responde un azulito en Migues
en el huerto silencioso, en casa
del poeta Juan Carlos Macedo.
Una bandada de zorzales
voló por la mañana
y su canto nervioso se escuchó
por las orillas del Laureles
y por Parada Herrería,
sobre unos campos de trigo en Valentín.
En "El viento nos llevará"
(Bad ma ra khahad bardr" en iraní)
Abbas Kiarostami
registra el canto de una ratonera,
ese pajarito saltarín que anida en los chilcales.
Al lado de Malí, viendo la película,
comprendí que aquella ratonera
registrada por la cámara de Siah Darek,
a 700 quilómetros de Teherán,
es la misma que atería los mediodías de
mi infancia.
Es que el canto de los pájaros
da la vuelta al mundo, al sol, al sistema planetario,
como algunas veces
—pocas, muy pocas—
también le sucede a la poesía





En la alta luna


Una luna alta hacia el lado de Patitas
se reparte las nubes
y acaso el sur de la Vía Láctea,
como señales para el prójimo.

Las chapas del excusado
golpeándose en el viento
toda la noche.

Recostado en la cama
pienso que el verano es un invento
de los pájaros.

Tengo doce años
y he besado por primera vez a mi novia.




Gato al sol

No es asunto interesante para/
un pasajero
de Varig que vuela a 7.000 pies sobre el
litoral del país
y apenas percibe el verde dominante
-intenso en los campos de arroz-,
las venas de los arroyos
y los tajos de las rutas nacionales.
Tampoco llama la atención de los que
se vuelven para Salto en el/
ómnibus de
Spinatelli.
Ni acaso al almacenero enredado
en los hilos de las ventas de fiado.

Sin embargo,
sentado en la puerta de esta fonda,
no hago otra cosa que distraerme
con el gato que duerme patas arriba,
abandonado a moscas y jejenes.
Aturdido acaso
entre ruidos del planeta azul de Gagarin,
dueño absoluto de las sombras del sol.




En simultáneo


Muere una tarde suave
tras la parroquia de Pueblo Lavalleja.

Los tarumanes envejecen al lado del
centro de salud
sitiado por perros vagabundos.

Entre las sombras que escarban
estos pedregales,
la calle se extiende
y mira hacia donde nadie regresa
todavía.

Cosas sin importancia
que suceden a la vez
-en simultáneo-
en una vida que,
sola,
se disuelve como un alkazelzer.

4 comentarios:

Diluvio dijo...

Y mirás por la ventanilla como si hubiera nubes sobre tu pelo...

Anónimo dijo...

Un marinero me dijo que fabrique un ovillo sonoro.
He aquí estoy. Saboreando un color que humedece mi interior. Rescatando aquél sudor que poetizó en mi voz. Mordiendo el ladrido de un calor bajo mi flor. Naufragando...vaya.

Y por la cerradura hirviente se percibe lo apetecible. Por ende, frío y calor dejan templada mi voz. Pura dulzura de un conde Draculero bajo la rama quieta de una noche en vuelo.

Cordura más locura deja la imaginación en tercera dimensión, mientras una psicodelia aumenta su canción poetizando con valor.
Vale decir...viajemos al sol y descubramos que al fin llegaremos al amor.

¿Dónde está el amor que se llevó el tesoro de un reloj? Y ¿dónde está el tótem, quien sostuvo el estandarte del amor?

Si se percibe el lenguaje mejor hablar en dialecto ave.

Besos y abrazo.
Amor y paz, hermanos deliciosos y escritores.

Soñadora despierta que se despertó soñando sin darse cuenta de su última tuerca...

Anónimo dijo...

Las preguntas con las que llamo al cíclope del tornado son las hojas de las maderas hechas por el árbol de la escalera.
Las letras con las que mojo alma y cuerpo son las moscas de la molestia sábana de una marea despierta y danzarina de un ritual de ballet sin cuerdas.
Las pinceladas de la mar es la piedra que toca mar pero no se moja sino se baña en alba.
La paloma que emigra a Grecia se llama Estudio de La Filosofía Hambrienta.
Las cosas que depuran son cosas que soplan hierbas en pipas.
Las muecas de los payasos son los mocos de los trapecios idos.
Las fugaces estrellas caen sin precipicio ni principios realistas porque su principio es no tener principios.
El final es el final del fin.
El fin no es final.
El comienzo es final.
Las cosas no son cosas, sino son cosas de nuestras manías.
La manía es neurosis del esqueleto caído y muerto en purgatorio.
La ley del esqueleto es comerse la piel hasta enjuagarse en laurel.
La flor es agua vestida de color.
El color es paraguas del grillo.
El llovizón es el Dios de la lluvia que se olvidó de secarse el cuerpo porque la nube le hizo el amor estando excitado.
Las oblicuas sonrisas son alegrías sin cornisas.
La dulce melodía no lleva vestimenta sino desnudo al zapato.
La mejor obra del tanguista es la de ver una vereda con forma de guitarra y café quieto.
El café escupe azúcar cuando su panza le vomita sal.
La fogata come el sabor de paladar.
Las lenguas sedientas son tierras sin agua.
Las comodidades son la monótona burbuja que muerde su uña.
La luna es oscura porque el sol la dejó ayer sin hacer el amor.
El bosque de los hobbits se llama la floreada del amor y placer en honor al sol.
La psicodelia es un árbol de los utópicos con las llaves ilegales…esas llaves que los lleva al umbral enigmático de una selva silvestre fuera de las leyes “moralistas”.
Nunca la rayuela llega a la caída porque la piedra se quema en las bocas quemadas.
La magia es saber creer en la imaginación del más allá del león sin cabello.
El león es un idiota hombre vestido de macho que se hace el duro y muere como facho.
Los fachos son gorilas malparidos y encima hombres de granada y sal.
Las flores son el respiro de la tierra viva.
La naturaleza sigue vive porque aún palomas nos saludan.
Las palomas van en vaivén de tardesdíasnoches.
Tengo un crayón impregnado en mis dedos, y un dedo de un huracán en mis ojos.
Tengo una pista de hielo en mis pies inquietos.
Tengo un programa mal hecho porque sí y porque no.
Tengo sueño porque no duermo en los sueños.
No tengo sueño porque mi insomnio se quedó adormecido en uno de mis sueños despiertos.
Tengo una danza a la francesa en mi alma desvelada y escrita por leñas.
Tengo un cigarro armado a lo esqueleto del pan rayado y ojo movido por ojo pardo.
Tengo a la tortuga desdoblada en mi garganta.
Tengo la pipa del hobbit del bosque de hadas y del carnaval de las palabras.

Hermoso…todo es hermoso, estar aquí es hermoso, caminar aquí, beber letras aquí, escupir letras aquí, comer moscas de letras, mover las piedras del lugar incorrecto, sofocar el cabrón de las piruetas…todo, todo, es hermosamente bello.

Un beso enorme, abrazo gigante y quijotesco.
Amour et paix!
Soñadora despierta.

marcelo dijo...

Es un poeta espectacular